miércoles, 18 de noviembre de 2009

El método por proyectos

EL METODO DE PROYECTOS
Aunque no tengo experiencia como docente, dentro de mi quehacer sacerdotal, me he visto enfrentado a abordar el método de proyectos en acciones pastorales, con el fin de propender por la resolución de problemas o de situaciones que requieran una respuesta acertada y oportuna. Estos deben partir de una situación real que demanda fundamentos teóricos y exigen aplicar los conocimientos previos con el fin de resolver la situación problemática presentada, para proponer mejoras en la comunidad contextual de la parroquia.
Es así como se desarrollan proyectos pastorales, sociales, catequísticos, de evangelización, entre otros. Para este caso, rescataremos el de la catequesis como preparación sacramental a la Primera Comunión y la confirmación. Esta estrategia pretende motivar en los niños y niñas el amor por el aprendizaje de las bases fundamentales y básicas de la religión católica, favoreciendo un sentimiento de responsabilidad y esfuerzo en la acertada conceptualización y el gusto y agrado por las actividades desarrolladas. Además, en los catequistas despierta el entendimiento del rol tan importante que tienen en sus comunidades como formadores cristianos, así asumen con gran compromiso social este reto.
El trabajo por proyectos, ayuda a desarrollar tanto en los catequistas como en los catequizandos, una variedad de habilidades sociales relacionadas con el trabajo en grupo y la construcción colectiva del aprendizaje de conceptos, valores y distintas formas de pensamiento que expresen su realidad particular y contextualizada, permitiendo una reflexión colectiva en un diálogo constructivo que se traduce en orientaciones sencillas y concretas para comprender los temas trabajados y la manera de aplicarlos en su vida cotidiana.
De igual forma, el trabajo bajo la modalidad de proyectos además de promover el trabajo grupal e incrementar el sentido comunitario para motivar el aprendizaje, genera mentalidad empresarial, desarrollando actitudes de liderazgo, generando procesos de pensamiento crítico, incrementan el sentido de realidad, facilitan la relación acción - tiempo – espacio y genera estrategias de comunicación y participación mediante la apropiación de problemáticas del contexto.

Al ir desarrollando el proyecto, el proceso goza de acogida y receptividad, lo cual favorece el desarrollo del mismo con pertinencia y eficacia. Sin embargo, se nota con gran preocupación cómo la trascendencia de esta preparación queda limitada cuando luego de recibir los sacramentos, estos niños y niñas no asumen plenamente el compromiso de continuar participando con constancia en las actividades de la parroquia, como un espacio de crecimiento y fortalecimiento de la Iglesia local.
Es entonces cuando surge la necesidad además de involucrar en forma más directa a los padres de familia o acudientes, para que asuman de manera responsable el compromiso que adquieren en la formación religiosa, espiritual, ética y moral de sus hijos, que conlleve al pleno desarrollo de su personalidad en todas sus dimensiones y los prepare para enfrentarse de manera acertada a la realidad social, política, cultural y educativa en la que se desenvuelven.
Este método es una estrategia didáctica y metodológica como fuente de desarrollo y oportunidad de cambio. Por eso, la parroquia asume esta metodología que favorece una gestión de desarrollo comunitario.

EL METODO DE TALLERES
Dentro de toda la actividad pastoral, la herramienta más usada es el taller, ya que es un método flexible que permite el desarrollo de diversas temáticas y favorece el trabajo cooperativo y la construcción colectiva, mediante el uso de diversas estrategias didácticas que permitan estudiar y analizar problemas comunes y producir soluciones de conjunto.
El trabajo mediante la estrategia de talleres, permite estimular el trabajo cooperativo, ejercitar la actividad creadora y la iniciativa, estimular la reflexión y la concientización sobre los aspectos de la temática del taller para identificar y evaluar posibles alternativas de solución para los problemas encontrados, integrando los aspectos teóricos con los problemas de la realidad.
Es necesario que al hacer uso de diversos talleres, se despierte el interés y la motivación frente a las actividades planteadas, teniendo en cuenta que la temática debe ser contextualizada y con proyección para que cobre sentido y significado desde la realidad vivida.
Un taller debe tener el propósito de estimular y motivar a los miembros de la comunidad y sus líderes en el uso de técnicas prácticas de participación comunitaria y en actividades de gestión comunitaria, que propenda por el fortalecimiento de la misma.
En este sentido, desde los diversos grupos parroquiales y en las diversas iniciativas de trabajo pastoral en la iglesia, se hace uso de esta herramienta didáctica como la más acertada en el trabajo con grupos tanto de niños, como de jóvenes y adultos, favoreciendo una acertada conceptualización y una efectiva construcción colectiva.
Esta herramienta ha gozado de acogida por sus buenos resultados en la catequesis, pastoral infantil y juvenil, grupos o comunidades de base, consejo parroquial, EPAP, etc.

Mariano Usuga Manco.Pbro.

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